Hemos ido dos veces en jueves por lo que, sobre todo el segundo día, no había mucho público, pero el servicio me pareció rápido y bueno, el propietario es un chico joven muy agradable.
La carta es muy variada y con gran cantidad de tapas, que se pueden pedir en las mesas sin problemas, las tapas son grandes y las ensaladas y panes de la casa muy abundantes.
La cocina es de tipo moderno, al estilo de los actuales gastrobares, con sabores nuevos y diferentes, aunque contiene algunos platos clásicos como la ensaladilla o la carrillera.
Para beber he tomado cerveza de barril Alhambra, bastante buena, muy fria y bien tirada.
El ambiente en los días en que hemos estado era más tranquilo pero me consta que se llena en fines de semana, en estas fechas se recomienda reservar mesa.
Las tapas en general son bastante buenas, si tengo que escoger entre ellas me quedo con las espinacas con gambas a la carbonara, muy suaves, exquisitas, entre los panes el de crema Ternopil con miel y cebolla frita, entre las ensaladas la de salmón.
En cuanto a la carrillada al Pedro Ximénez, la condimentación y guarnición excelentes, la carne las he probado mejores, aunque eso sí muy tierna.
De los postres debo decir que saben a poco, son exquisitos, sobre todo el Beso de té al caramelo.
De precio, la primera vez fuimos con groupones, la segunda íbamos dos personas, tomamos cuatro cervezas de barril, seis tapas y dos postres por 35,10€.