Si te gusta la cerveza y el buen tapeo por Sevilla con vistas a la Giralda (o no) quédate!!
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miércoles, 28 de agosto de 2013
DON JUAN DE ALEMANES.
Ubicado frente a la Catedral de Sevilla, para mi gusto uno de los mejores gastrobares de Sevilla, en una de las zonas más antiguas de la capital.
Decoración: estilo moderno, con muy buen gusto, mesas fuera para disfrutar de las cálidas noches de verano, un agradabilísimo salón interior estilo patio cubierto y mesas en el pasillo, en verano, recomiendo en la calle, en invierno en el patio cubierto.
Servicio: muy bueno, rápido y atento, personal muy agradable.
Cantidad de tapas: mucha y variada, las tapas son originales, abundantes y exquisitas.
Tipo de cocina: innovador.
Bebidas: como siempre mi Cruz del Campo de barril, muy fría y muy bien tirada.
Ambiente: bastante bueno, público tranquilo y, dada la zona, turistas, nacionales e internacionales, suele tener mucha clientela.
Mejor tapa: probé tres, que es lo que normalmente tomo, muy difícil decidirme por cuáles son las mejores, aunque lo he visitado en varias ocasiones, me parece exquisito el flan de foie, también la pastela, exquisiteces entre las exquisiteces.
Postres: dentro del patio interior se ubican unos expositores frigoríficos donde podemos escoger nuestros postres, todos muy elaborados, originales y exquisitos, no se cuáles recomendar, pero los chocolates son excelentes y una combinación de arroz con leche, tocino de cielo y merengue, celestial.
Relación total (incluye calidad, cantidad de la comida, atención, sabor, elaboración y precio). bastante buena.
Etiquetas:
#bar,
#calidad,
#centro,
#cerveza,
#cocina,
#cruzcampo,
#gastrobar,
#sevilla,
#tapas
Ubicación:
Calle Alemanes, 41004 Sevilla, España
martes, 20 de agosto de 2013
HOTEL FUERTE COSTA LUZ- CONIL DE LA FRONTERA.
A pesar de que la idea inicial del blog era dedicarme a los bares, he decidido ampliarlo con comentarios sobre otros establecimientos, aquí incluyo el hotel donde he pasado mis vacaciones este año.
Ubicado junto al paseo marítimo de Conil, muy próximo
a su magnífica playa, a la que se accede mediante unas cómodas rampas.
Se trata de un Resort compuesto por dos hoteles
Fuerte Conil y Fuerte Costa Luz, cuyos clientes pueden disfrutar de los
servicios e instalaciones de ambos indistintamente.
Decoración: la Recepción en estilo moderno,
muy agradable y con muy buen gusto, las habitaciones están decoradas en estilo
más clásico, con muebles de madera.
Servicio: muy bueno, rápido y atento,
personal muy agradable, siempre preocupados por el bienestar del cliente,
constantemente preguntaban si teníamos algún problema y, ante cualquier duda o
consulta, se desvivían por resolverla.
Con quienes más tratamos fue con el personal de
Restaurantes y Animación, unos auténticos profesionales, servicio de cinco
estrellas, categoría que, supongo, no tiene el complejo por el tamaño de las
habitaciones, de todas formas, más que suficientes para dos camas de 0,90, una
cuna, escritorio, mesa auxiliar, dos butacas, baño completo y terraza con mesa
y dos butacas.
Limpieza: un diez, hasta los jardines y las
piscinas perfectamente limpios, incluso en los tres días en que nos cogió un
viento de Levante.
Restauración:
-
Buffet: multitud de platos, siendo habitual el marisco,
tres tipos de carne y pescado que se cocinaban en vivo ante el cliente, menú
infantil, varios platos calientes, multitud de salsas e ingredientes para las
ensaladas, platos en frío que solían incluir canapés, multitud de postres,
entre ellos, al menos, dos tipos de tarta distintos y pastelillos, amplia
oferta de desayunos.
-
Beach club: comedor informal exterior donde se podía
acudir en bañador, para almuerzos más ligeros.
-
Grill, pizzería, y otros restaurantes para ofrecer
mayor variedad.
-
Servicio de comidas en las habitaciones.
-
Destacar la cena de gala de los sábados, con atenciones
a la entrada, copa de fino o manzanilla para los adultos, flores para las
mujeres y un pianista tocando.
Tipo de cocina: entre clásico e innovador.
Bebidas: amplia carta de vinos, aunque, me
faltó mi cerveza Cruzcampo, sólo tenían San Miguel.
Ambiente: bastante bueno, público
tranquilo y muy poco molesto, los niños eran bastante educados y no molestaban
a los demás clientes como en otras cadenas que he visitado.
Instalaciones:
-
Gimnasio: tenía dos, uno en cada hotel, usaba el de mi
hotel, amplio, con buen surtido de máquinas y buenas maquinas.
-
Piscinas: todas climatizadas, dos de adultos, una más
apta para la natación y otra más pensada para el baño relajante, dos para niños
más pequeños y una quinta para niños de mediana edad y con chorros de masaje,
un jacuzzi al aire libre, dos jacuzzis y dos piscinas cubiertos, uno de cada
por hotel.
-
Jardines: muy extensos y perfectamente cuidados.
-
Garaje: de pago, acceso muy cómodo y plazas y zonas de
maniobra amplias.
-
Animación: oferta muy amplia, tanto para niños como
para adultos, la animación nocturna solía ser contratada con profesionales, con
oferta distinta para cada hotel, de forma que, si a un cliente no le gustaba un
espectáculo podía acudir al otro, la animación diurna estaba pensada y
diferenciada para niños y adultos, con un mini parque infantil cubierto.
-
Experiencias: se llamaba así a una serie de eventos
semanales como visita a las instalaciones del hotel, donde se podía comprobar
que todo era ecológico, una muy agradable vista de la inolvidable puesta de
sol, con invitación a los asistentes a copa de cava y otras actividades.
Tienen el detalle de admitir mascotas.
Relación total (incluye servicio, entorno,
calidad y cantidad de las comidas, instalaciones y precio). bastante buena.
Otros detalles: garantía de igualar la mejor
oferta que se encuentre, incluso después de hecha la reserva, y copa de
bienvenida a la llegada.
Ubicación:
Conil de la Frontera, Cádiz, España
viernes, 2 de agosto de 2013
GASTROBAR LOS CORALES.
Ubicado en la céntrica plaza sevillana de El Salvador, junto a la histórica taberna Entrecárceles, ambas del grupo La Raza.en un local donde allá por los años sesenta había una óptica en la que me compraron mis primeras gafas.
Era una noche lluviosa y entresemana, que invitaba poco a salir, a pesar de todo había algo más de media ocupación con mayoría de turistas españoles y extranjeros.
Decoración: todo el local está decorado en tonos blancos, con bastante buen gusto, aunque un poco impersonal.
Servicio: bueno y agradable, a tono con los profesionales de este grupo hostelero.
Carta de tapas: bastante correcta.
Para beber: mi habitual Cruzcampo.
Tipo de cocina: bastante clásico, siendo un gastrobar esperaba algo más innovador.
Mejor tapa: muy buenos los chipirones, bien hechos y muy tiernos, el pollo a la manzanilla, para mi gusto, deberían servirlo sin hueso, en cuanto al adobo, muy original la tapa, la servían en un cartuchito de papel sobre el plato rectangular de pizarra.
Postres: no preguntamos.
Relación total: correcta.
Muy aconsejables sus desayunos, bien servidos, buen pan, buen café y buen precio.
Era una noche lluviosa y entresemana, que invitaba poco a salir, a pesar de todo había algo más de media ocupación con mayoría de turistas españoles y extranjeros.
Decoración: todo el local está decorado en tonos blancos, con bastante buen gusto, aunque un poco impersonal.
Servicio: bueno y agradable, a tono con los profesionales de este grupo hostelero.
Carta de tapas: bastante correcta.
Para beber: mi habitual Cruzcampo.
Tipo de cocina: bastante clásico, siendo un gastrobar esperaba algo más innovador.
Mejor tapa: muy buenos los chipirones, bien hechos y muy tiernos, el pollo a la manzanilla, para mi gusto, deberían servirlo sin hueso, en cuanto al adobo, muy original la tapa, la servían en un cartuchito de papel sobre el plato rectangular de pizarra.
Postres: no preguntamos.
Relación total: correcta.
Muy aconsejables sus desayunos, bien servidos, buen pan, buen café y buen precio.
Etiquetas:
#bar,
#calidad,
#centro,
#cruzcampo,
#gastrobar,
#sevilla
Ubicación:
Sevilla, España
jueves, 1 de agosto de 2013
GASTROSOL PARASOL
Ubicado en un espacio que, personalmente, no me gusta, pienso que si era necesario hacer el complejo de las Setas en Sevilla, se podría haber hecho en una zona moderna, que hay varias, Cartuja, Sevilla Este o Nervión o, por ejemplo, junto al puerto, en la zona de atraque de los cruceros.
En si el complejo, con una ubicación distinta, no está nada mal, tengo que reconocerlo, y las vistas son preciosas, el techo del centro histórico de Sevilla, pero, en ese lugar, se podría haber puesto otro edificio, por ejemplo, un mirador inspirado en el estilo regionalista andaluz, que hubiera quedado precioso, si me parece una gran idea lo de haber preservado los restos arqueológicos y adaptarlos para su visita, que ya está bien de encontrar restos arqueológicos y taparlos, de forma que los aficionados a la arqueología, los turistas o los escolares no puedan conocer esa parte de nuestra historia.
Entre el público, la mayoría eran turistas, poco público sevillano, aunque era un jueves y una noche fresca.
Decoración: en sí, el local estaba cerrado, sólo estaban abiertas las mesas ubicadas en el exterior, con unas vistas preciosas pero una noche fresca, no se estaba demasiado cómodo, de lo que pude ver del interior, la decoración estilo moderno, algo impersonal.
Servicio: sólo dos camareras para atenderlo todo, hacían lo que podían con mucha voluntad para el público que había.
Carta de tapas: escasa, fuimos buscando lo que afirmaba la propaganda, varios ambientes donde se podían pedir vinos, cervezas, marisco, tapas, chacinas..., algo al estilo de un local llamado "Val General", ubicado en Albacete, del que hablaré en otra entrada, las tapas también cortas en cuanto a su contenido, aunque bien de sabor.
Para beber: tenían Cruzcampo.
Tipo de cocina: moderno.
Mejor tapa: los raviolis de pringá, bastante originales.
Postres: no preguntamos, aunque creo recordar que había.
Relación total: normal.
En conclusión, si no fuera por el entorno, es un lujo sentarse con vistas al centro de Sevilla, creo que ese local no tendría excesivo éxito, salvo que haya mejorado desde que estuve, poco después de Semana Santa.
En si el complejo, con una ubicación distinta, no está nada mal, tengo que reconocerlo, y las vistas son preciosas, el techo del centro histórico de Sevilla, pero, en ese lugar, se podría haber puesto otro edificio, por ejemplo, un mirador inspirado en el estilo regionalista andaluz, que hubiera quedado precioso, si me parece una gran idea lo de haber preservado los restos arqueológicos y adaptarlos para su visita, que ya está bien de encontrar restos arqueológicos y taparlos, de forma que los aficionados a la arqueología, los turistas o los escolares no puedan conocer esa parte de nuestra historia.
Entre el público, la mayoría eran turistas, poco público sevillano, aunque era un jueves y una noche fresca.
Decoración: en sí, el local estaba cerrado, sólo estaban abiertas las mesas ubicadas en el exterior, con unas vistas preciosas pero una noche fresca, no se estaba demasiado cómodo, de lo que pude ver del interior, la decoración estilo moderno, algo impersonal.
Servicio: sólo dos camareras para atenderlo todo, hacían lo que podían con mucha voluntad para el público que había.
Carta de tapas: escasa, fuimos buscando lo que afirmaba la propaganda, varios ambientes donde se podían pedir vinos, cervezas, marisco, tapas, chacinas..., algo al estilo de un local llamado "Val General", ubicado en Albacete, del que hablaré en otra entrada, las tapas también cortas en cuanto a su contenido, aunque bien de sabor.
Para beber: tenían Cruzcampo.
Tipo de cocina: moderno.
Mejor tapa: los raviolis de pringá, bastante originales.
Postres: no preguntamos, aunque creo recordar que había.
Relación total: normal.
En conclusión, si no fuera por el entorno, es un lujo sentarse con vistas al centro de Sevilla, creo que ese local no tendría excesivo éxito, salvo que haya mejorado desde que estuve, poco después de Semana Santa.
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